El delfín ha muerto sobre las dos de esta madrugada, después de sufrir convulsiones y una parada cardiorrespiratoria, y ahora su cuerpo se ha trasladado a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) para practicarle una necropsia y determinar las causas de la muerte, que se suma a la de otros ejemplares en las últimas semanas.
El delfín apareció herido sobre las cinco de la tarde del pasado domingo en la playa de Cunit y, pese al fuerte viento que soplaba, los vecinos se fueron turnando para cuidarlo y mantenerlo en el agua hasta que llegaron los técnicos del CRAM.
Le trasladaron a una zona de la playa más tranquila y se prohibió el baño para evitarle estrés, y el CRAM coordinó todo el operativo para cuidarle, con la ayuda de 200 vecinos voluntarios que se turnaban día y noche para mantenerle hidratado y alimentado.
Era un ejemplar joven de delfín listado, con heridas abrasivas en su aleta caudal, heridas graves en los ojos y sufría pérdida de peso y deshidratación y, pese a que había mostrado signos de recuperación en los últimos días, ha muerto esta madrugada.
El cetáceo ha muerto tras más de 100 horas de asistencia en la misma playa y, según el Cram, el índice de supervivencia de los delfines que aparecen varados en la playa es muy bajo, ya que aparecen en estado precomatoso terminal.
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